Una de las recetas más sencillas de preparar que todo buen repostero debería conocer: magdalenas caseras.
Ideal para cuando se tiene un ratito, apetece algo dulce y se quiere algo más sano que cualquier "cosa" comprada por ahí.
INGREDIENTES:
- 3 huevos XL.
- 110 gr de azúcar.
- 45 gr de aceite de oliva suave o de girasol.
- Ralladura de un limón.
- 1 pizca de canela.
- 100 gr de harina.
- 1 cucharadita de levadura.
- Un poco de azúcar para espolvorear.
PREPARACIÓN:
Todos los ingredientes han de tenerse a la misma temperatura (temperatura ambiente) antes de trabajar. Precalentar el horno a 180ºC (170ºC horno con ventilador).
Batir muy bien los huevos con el azúcar hasta obtener una espuma con ayuda de unas varillas.
Añadir el aceite, la ralladura de limón y la canela (la canela le da un sabor muy fuerte, así que hay que echar sólo un poquito, a menos que queramos magdalenas con sabor a canela).
Tamizar la harina con la levadura sobre la masa y mezclar suavemente con movimientos envolventes hasta que esté bien integrada. No hay que batir en exceso ya que el aire que se ha introducido al batir los huevos se perdería y no quedarían unas magdalenas esponjosas.
Echar la masa en 12 moldes de magdalenas preparados con papelillos rizados.
Espolvorear las magdalenas con un poco de azúcar.
Hornear a 180ºC (170ºC con ventilador) unos 20 ó 25 minutos.
Sacar del horno, dejar enfriar, primero en el molde y después sobre una rejilla, y ¡a comer!
Estas magdalenas son suaves, ligeras y esponjosas.