Se aproxima la noche de Halloween, y como se trata de una fiesta cada vez más extendida en varios países, aquí va una idea para transformar un sencillo bizcocho en una tarta con forma de murciélago.

Lo único que se necesita es un bizcocho redondo (ya enfriado) y un aro metálico de repostería.
Hay que realizar tres cortes con ayuda del aro a lo largo del bizcocho, tal y como se indica en el dibujo.
Se separan las dos partes del bizcocho formando un ángulo. Uno de los círculos se utilizará para la cabeza, otro, cortado por la mitad, para las orejas y el otro se desecha (es decir, nos lo podemos comer o utilizar para otra cosa como una mini tarta o para hacer cake-pops).
Y ya tenemos una graciosa tarta para la terrorífica noche del 31 de Octubre.