En verano me encanta experimentar recetas de tartas fresquitas que no necesiten de horno, en este caso, para los amantes del sabor de los caramelos de violeta, aquí os presento la tarta de violeta.
Como ya mencioné en el Bizcocho de sirope de arce, tengo unos amigos que en sus viajes por el mundo siempre me traen ingredientes extraños con los que experimentar en mis postres, así que a su paso por Toulouse me trajeron azúcar de violeta (muy típico de allí).
INGREDIENTES:
- 200 gr de galletas (yo utilicé con pepitas de chocolate).
- 75 gr de mantequilla.
- 350 gr de queso cremoso (puede ser light).
- 70 gr de azúcar.
- 200 ml de leche (puede ser desnatada).
- 150 gr de chocolate blanco.
- 4-5 cucharaditas de azúcar de violeta.
- 1 sobre de gelatina en polvo + un poco de agua.
- 2 cucharadas de leche.
PREPARACIÓN:
Machacar las galletas. Fundir la mantequilla y verterla sobre las galletas machacadas. Remover.
Colocar la mezcla sobre la base de un molde desmontable previamente engrasado (con un poco de aceite o mantequilla) y aplastar contra el fondo. Enfriar unos 20-30 minutos en la nevera.
Batir el queso con el azúcar con la batidora de varillas, añadir la leche. Fundir el chocolate blanco en el microondas o al baño María y agregar a la mezcla, batir un poco más. Añadir el azúcar de violeta y mezclar todo bien.
Para preparar la gelatina poner un poco de agua en un cazo y espolvorearla en forma de lluvia para que se hidrate. Colocar este cazo sobre otro más grande con agua y calentar al baño María. Remover hasta que la gelatina se haya disuelto. Retirar del fuego. Añadir una cucharada de la crema a la gelatina y mezclar, luego verter esta mezcla sobre la crema y batir un poco.
Sacar la base de galletas de la nevera y añadir dos cucharadas de leche si no se quiere la base excesivamente crujiente. Verter la crema encima y dejar reposar en la nevera mínimo tres horas.
De nuevo muchas gracias R&C por traerme cosas nuevas con las que experimentar (y probar mis experimentos). ¡Un beso!